sábado, 9 de marzo de 2013

Termina un ciclo, comienza uno nuevo. ¡Hasta siempre amigo!



Hoy cerramos una etapa de nuestra vida. Hoy he vendido algo: mi amigo, mi compañero, mi sueño, un pedacito de mi vida, un pedacito de mi mismo y de Ali. Hoy he vendido el Valparaíso.

Lo vendo con una gran pena, porque son muchos los sentimientos y las experiencias vividas en él, con él y por él.
Al mismo tiempo, lo vendo con alegría, porque el Valparaíso ya ha cumplido su papel para con nosotros, y nosotros para con él. Nos ha enseñado a navegar, a conocernos y a conocer la mar, a amar la mar y la vida a bordo.

Y es por ésto, y porque está a punto de nacer nuestra hija Marina, que hemos decidido que esta etapa tocaba a su fin. Pero no para alejarnos del mar y de los barcos, no…

Hemos decidido que queremos vivir a bordo, navegar, preparar un barco para travesías de altura al mismo tiempo que vivimos en él…y siendo 3 a bordo, como seremos en pocos días, el Valparaíso se nos quedaba pequeño.

Por esto, y solo por esto, decidimos venderlo. Espero que sus nuevos armadores lo disfruten tanto como nosotros, que vivan experiencias tan gratificantes como las que nosotros hemos vivido en él.

Hasta siempre amigo mío, siempre tendrás un pedacito de mi alma entre tus varengas. Yo te devolví la vida…pero tú nos enseñaste como VIVIR siguiendo a nuestro corazón.
Tus velas han sido alas para nosotros, y gracias a ti, hoy miramos hacia nuevos retos y horizontes.

¡Buena proa Valparaíso!

No hay comentarios:

Publicar un comentario